"Lo que ocurre en Las Vegas, se queda en Las Vegas", reza la máxima que rige esa ciudad. En honor a ella, las corridas de toros han llegado para no irse nunca más. O al menos eso afirma quien ha devuelto el arte de Cúchares a "la ciudad del pecado" tras más de 40 años.
"La gente vendrá a Las Vegas a ver
toros, estoy seguro", dijo Pedro Haces, encargado de Don Bull Productions, la empresa que lo ha hecho posible. "Hoy (lunes) es un día que pasará a la Historia; por primera vez se abre una temporada taurina de categoría en EU, con purismo o sin él", añadió.
Y es que las faenas de Las Vegas son más "un espectáculo taurino" que una corrida de
toros tradicional. Sobre todo porque no hay sangre por medio, como obligan las leyes estatales de Nevada.
Muchos esperaban este lunes un lleno absoluto en el complejo ecuestre del hotel South Point, con capacidad para 4 mil 400 personas y a unos 15 minutos en coche de la calle principal de Las Vegas, pero lo cierto es que en el recinto apenas se agolparon medio millar de espectadores para ver en acción al "Zotoluco", a Alfredo Ríos "El Conde" y Julio Benítez "El Cordobés".
"No habrá lleno", predijo Haces antes de que diera comienzo el evento. "Pero esto irá de menos a más, ¡el mundo no se hizo en siete días! Y cuando la gente vea que esto es serio, tendrá que reservar con antelación para comprar las entradas", afirmó el promotor, optimista.
Haces piensa en los orígenes de Las Vegas e incluso del rodeo, soliviantado por las palabras de algunos de los empresarios más veteranos de la ciudad.
"Las Vegas nació hace 105 años y cuando sus fundadores dijeron que iba a ser la ciudad del juego, creó polémica y nadie les creyó; hoy es la capital del entretenimiento. Y al primer espectáculo de rodeo aquí asistieron 14 personas, así que...", comentó esperanzado.
Según "Don Bull", que sembró cierta polémica en Cataluña con unas declaraciones en las que supuestamente aseguraba que las corridas incruentas eran el futuro del toreo en esa comunidad autónoma, su objetivo es exportar la fiesta y la tradición española, aunque adaptadas a las leyes de EU.
"Ya estamos en EU con los dos pies dentro. Exportamos la tauromaquia, que es un arte, y los toreros son artistas. Quiero que el público de todo el mundo sepa y conozca qué es esto", señaló.
Eso aunque la imagen que se lleven sea algo difusa. Plaza cubierta, aire acondicionado al máximo, pantalla en lo alto del pabellón al más puro estilo de la NBA,
toros ataviados con un velcro en el lomo para simular el uso de banderillas, y, eso sí, una banda de mariachis que no cesó de tocar.
A Prabhakar Pisé, un hombre indio de 63 años que aguardaba impaciente la aparición del primer toro junto al resto de su familia, no le pareció importar mucho.
"Es la primera vez en mi vida que asisto a una corrida de
toros", manifestó, "las he visto antes por televisión y quería verlo en directo, me parece emocionante", añadió.
No faltó el sonido de clarín, aunque llegara después de escuchar los himnos de EEUU, México y España, otra tradición del deporte estadounidense.
Y así se cocinó la primera corrida de
toros en Las Vegas desde 1965, que aunque no fue un éxito de público, dejó satisfecho al personal y con ganas de repetir.
"Creo que es un buen espectáculo", comentó Arturo Aguirre, de Durango (México). "Ha faltado publicidad, la gente no estaba al tanto, pero nos han ofrecido toreros con experiencia y
toros muy bravos, que es lo principal que queremos ver", explicó.
"Hacen falta muchos eventos de estos aquí", subrayó Luis Peña, de Jalisco (México). "Nos gustaría que hubiera más en el futuro", manifestó.
De momento los dos pueden prepararse para nuevas faenas a finales de mes, con la presencia de José Ortega Cano, Enrique Ponce, Javier Conde, Julián López "El Juli", David Fandila "El Fandi" y Francisco Rivera Ordóñez.
Y ya hay empresas que gestionan el viaje desde España durante una semana, con opción de visitar el Gran Cañón, San Francisco y el Parque Nacional de Yosemite, por unos 1.400 euros, precio de las corridas -que van desde los 60 a los 650 dólares- sin incluir.
Michel Biosca, gerente de una compañía encargada de promocionar empresas españolas en Las Vegas, lo tiene claro: "La fiesta es 100% española, creo que esto puede ser muy positivo para atraer turismo y mercado de nuestro país". (EFE)