Con floja entrada en los tendidos, se lidiaron siete novillos de Jorge de Haro, muy bien presentados, cuatro buenos y tres complicados.
Mateos escuchó palmas en el primero. Abrevió en el cuarto y regaló un séptimo que le infirió una cornada en el vientre y pasó a la enfermería. Fausto mató a este novillo.
Fausto, silencio en el segundo. Gran faena al quinto que malogró con el acero, un aviso y saludos desde el tercio.
Alzate, con el tercero, tuvo destellos de buena calidad y fue premiado con una oreja. En el sexto escuchó un aviso y palmas.
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