lunes, 24 de agosto de 2009

Dos novilleros sufrieron graves cornadas este fin de semana: uno en la femoral y otro en el cuello

Los novilleros Arturo Saldívar y Patrick Oliver pasaron momentos críticos este fin de semana tras resultar heridos ambos de extrema gravedad en plazas diferentes, aunque la buena noticia es que veinticuatro horas después de sus percances ninguno de los dos corre peligro.

El mexicano Saldívar resultó corneado en la localidad toledana de Santa Cruz de Retamar (centro) cuando iniciaba la faena de muleta de rodillas a su segundo novillo, momento en el que el animal hizo por él, corneándole de forma certera en la ingle izquierda, provocándole una fuerte y aparatosa hemorragia.
Saldívar perdió el conocimiento camino a una UVI móvil ubicada en los aledaños de la plaza, donde tuvo que ser reanimado para posteriormente estabilizar tanto la hemorragia como sus constantes vitales y ser trasladado de urgencia al Hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde fue operado durante más de tres horas.
El parte médico señala "cornada profunda a la altura del triángulo de Scarpa de la pierna izquierda que disecciona el paquete vascular y la vena femoral, por lo que fue necesario realizar varias transfusiones de sangre, de pronóstico muy grave".
Tras pasar la noche sin fiebre en la UVI de este hospital toledano, este lunes fue trasladado a una habitación de planta, donde evoluciona satisfactoriamente, aún dentro de la gravedad.
El otro caso dramático lo representa el novillero francés Patrick Oliver, que el domingo fue corneado también de extrema gravedad en el cuello en la localidad francesa de Saint Sever.
Oliver fue derribado por su segundo novillo, y una vez en el suelo se desmayó al ser alcanzado de lleno en el cuello.
En la enfermería de plaza los doctores se encontraron con una cornada muy fuerte que a punto estuvo de arrancarle la tráquea, lo que hubiera sido mortal de necesidad, pero la fortuna, o milagro como hablan las personas de su entorno, hizo que por dos milímetros el joven torero francés esté con vida.
Vital fue la decisión del equipo médico que atendió a Oliver en la enfermería, que descartaron trasladarlo a Madrid, para que primero fuera llevado en ambulancia hasta Mont de Marsan, y una vez allí evacuado en helicóptero hasta un hospital de Bayona para ponerse en manos de un cirujano torácico, que finalmente le intervino.
La compleja intervención duró seis horas, ya que el pitón había atravesado la tráquea, sostenida únicamente por dos nervios, por lo que tuvieron que recomponer toda la zona. Una vez estabilizado, Oliver quedó ingresado en la UVI donde sigue todavía intubado aunque estabilizado y sin que su vida corra peligro. (EFE)

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