Mis estimados y gatosos lectores. Ahora sí que en esta ocasión voy a destilar muchos gatos, hieles, bilis, amarguras, asperezas y desabrimientos por la mala suerte que le aqueja al toreandero mexicano Arturo Macías, pues lleva de dos-dos.
Por El Mono Sabio
Bueno, sabrá Dios si ha de ser mera coincidencia, pero las dos veces que lo han trincado en esta su actual temporada en iberia han sido en días decimoterceros del mes. Yo no voy a mencionar ese número, no vaya a ser que se me caigan los bigotes y se me tuigan los dedos.
Aguzado torero, hazle como en los aviones que desaparecieron los asientos de ese malfariado y cabalístico número del 12 mas uno. Nunca más te contrates para esa día. La tercera es la vencida.
Capote sin suerte
Híjole, hasta un caramelo me tuve que libar para quitarme este sabor agrio que traigo en la buchaca y unos tlachicoles con hojasé para los retortijones que me arañan la barriga.
Hombre, es que ni el capote de paseo bendecido por una veintena de obispos y la corte celestial mexicana protegió al coletudo de Aguascalientes de los morlacos ibéricos, de esos relingos con cuernos, como dice el afamado René Molina, en el café de los toreanderos.
Ahora que está en el hule, Macías tendrá que analizar muy bien su apenas incipiente trayectoria en España, pues no es posible que en dos tardes se tenga que zampar dos cornadas… y gordas, pues se le olvida que los barcinos de allá no se andan con cariñitos.
Algo le está haciendo falta al diestro que está pagando caro su osadía de ir a hacer verano a las iberias, y si no se pone chango, como mi menda, no creo que vaya a durar mucho por allá, pues de cate en cate se rompe en mecate y no hay quién aguante tanto tabaco. Es más, ni el magullado Glison aguantaría, me cae.
Arrecian las críticas
Me ha informado mi corresponsal español, Manolo Contrate, que la críticas hacia la administración del “Cejas” han arreciado, pues dicen que ese tal Corbacho no ha exigido el trato que se merece para su poderdante.
Pero por otra parte, me informa mi chismeante Aquiles Rajo, que Corbacho no tiene tampoco mucha oportunidad de negociar con los empresarios, pues dice que ya es mucho mérito haber puesto a Macías en Valencia, en Sevilla y en Madrid, pues los empresarios ni habían oído el nombre de Arturo Macías allá, o sea, que ni lo conocían.
Si no fuera por el poder e influencia del afamado Corbacho, el de Aguascalientes no se hubiera visto anunciado en los carteles de las ferias mas importantes de España, aunque sea con toros chungos.
Lástima que, como dice el pequeño gigante, Eloy Cavazos, no hay muchos apoderados como Rafael Báez, pues él sí supo cuidar a su torero en España, con buenos carteles y buenos alternantes.
Ni hablar, ahora a esperar a que al diestro se le cuezan los muslos para vestir el traje nuevamente, para el 11 de mayo, en Madrid. Habrá que verlo.
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