Peregrinaje de forofos...Queda claro por qué a Tomás le gusta esta plaza: aquí se le rinde pleitesía, se le quiere y se le mima con exagerado empeño. Pero, ya se sabe, para ser la gran figura que pudiera ser hay que acudir a otras plazas más exigentes, ante aficionados más doctos y fríos. Sólo así los buenos toreros alcanzan la categoría de figuras históricas.
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